¿COREA DEL NORTE = PESADILLA?


El último proyecto de la fotógrafa canadiense, que se expone en el Círculo de Bellas Artes, en Madrid, hasta el 28 de enero de 2018, son 25 fotos, que tomó con su cámara analógica como turista en Pyongyang, algunas de incógnito gracias a un cable disparador camuflado en un brazo.

El trabajo de Daoust no es fotoperiodismo. "No quería hacer un reportaje", señaló durante la presentación de la muestra. Ella vio que la realidad norcoreana era un decorado y decidió "expresar con la técnica esa clase de vida". Daoust jugó tapando algunas partes de las fotos. Después, rasgó el papel "hasta hacer la foto casi transparente". El resultado son unas instantáneas inquietantes, borrosas, como si estuviésemos en duermevela, "tan manipuladas como los habitantes de Corea del Norte".



Una imagen tomada por la fotógrafa gracias a su disparador y su cámara analógica situada a la altura de su cintura. Fotografiar a soldados está prohibido en Corea del Norte.
Una imagen tomada por la fotógrafa gracias a su disparador y su cámara analógica situada a la altura de su cintura. Fotografiar a soldados está prohibido en Corea del Norte.


Daoust tapó algunas fotos durante el revelado y luego raspó el papel hasta dejarlo casi transparente. Entre las instantáneas tomadas por la autora destaca esta de un guardia regulando un tráfico inexistente. Los semáforos en Corea del Norte apenas funcionan, debido a los continuos cortes de electricidad y a la falta de mantenimiento. En cambio, los hombres y mujeres policías funcionan como máquinas, situados en el centro de numerosos cruces de calles, para controlar los escasos coches que circulan.
Destaca un guardia regulando un tráfico inexistente. Los semáforos en Corea del Norte apenas funcionan, debido a los continuos cortes de electricidad y a la falta de mantenimiento. En cambio, los hombres y mujeres policías funcionan como máquinas, situados en el centro de numerosos cruces de calles, para controlar los escasos coches que circulan.



El aspecto de las imágenes de la fotógrafa canadiense son una alegoría de una sociedad en la que se oculta la información y se manipula la realidad. Un hombre en bicicleta en unas calles en las que, desde mediados de los noventa, se prohíbe que las mujeres monten en ellas debido a que la hija de un alto general murió en un accidente de este vehículo.
 Un hombre en bicicleta en unas calles en las que, desde mediados de los noventa, se prohíbe que las mujeres monten en ellas debido a que la hija de un alto general murió en un accidente de este vehículo.

Fotografías sacadas de https://elpais.com/
Blanca Barbero Goloub.

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